La presentación más antigua de un vehículo autónomo que se conoce fue
por Norman Bel Geddes en la feria de muestrasFuturama patrocinada por General Motors para
la Exposición
Universal de 1939, que consistía en un vehículo eléctrico que era controlado por
un circuito eléctrico embebido en el pavimento de la
carretera.
En 1980 una furgoneta guiada por visión de Mercedes-Benz,
diseñada por Ernst Dickmanns y su
equipo de la Universidad de Múnich alcanzó los
100 km/h en calles sin tráfico. La Comisión Europea se mostró interesada en
el proyecto y realizó una inversión de 800 millones de para
el proyecto EUREKA Prometheus que buscaba desarrollar un vehículo autónomo.
En 1980 Defense Advanced Research Projects
Agency (DARPA) consiguió el primer vehículo que funcionaba
mediante un radar lásery visión computarizada. En 1987, los laboratorios
HRL demostraron que se podía construir un vehículo que podía diseñar su propia
ruta una vez que se salía del mapa. El vehículo pudo moverse más de 600 metros
a través de terreno complejo como pendientes, grandes rocas y vegetación.
En 1994, dos vehículos robots gemelos VaMP y Vita-2 de Daimler-Benz y
Ernst Dickmans condujeron solos más de mil kilómetros en una autopista de París con
3 carriles en días habituales con tráficos intensos a velocidades de 130 km/h.
Los vehículos funcionaron de forma autónoma con pequeñas intervenciones
humanas. Demostraron que la conducción en carriles libres, en convoy y los
cambios de carril a derecha e izquierda podían realizarse de forma autónoma.
En 1995, el equipo de Dickmanns modificó un Mercedes-Benz Clase S para que hiciera un
viaje entre Munich yCopenague y
vuelta, usando una visión computarizada con movimientos sacádicos y un ordenador para
reaccionar en tiempo real. El robot consiguió alcanzar velocidades superiores a
175 km/h en las Autobahn alemanas, con un tiempo medio entre
intervenciones humanas de 9 km, lo que supuso un 95% de conducción autónoma. De
nuevo el vehículo condujo en tráfico, ejecutando maniobras para adelantar a
otros vehículos.
Por su parte, Audi anunció
en 2014 que su modelo RS7 autónomo, alcanzó los 240 km/h en el circuito de Hockenheim en Alemania. El
automóvil completó una vuelta a la pista en poco más de dos minutos. Audi
también colocó a un humano detrás del volante para una vuelta de comparación,
siendo este cinco segundos más lento que el auto no tripulado.
En abril de 2015, un Audi SQ5 que se manejaba solo, usando un sistema de
conducción autónoma desarrollada por Audi y Delphi, logró recorrer 5400
kilómetros en 9 días sin que los ingenieros dentro del auto tocaran el volante
salvo en un par de ocasiones. Semanas
después, una flota de 25 vehículos autónomos diseñados por Google dejaron
las pistas de prueba para ser evaluados en el tránsito diario de Mountain View, California,
sin superar los 40 km/h. El prototipo de Google cuenta
con el software de navegación que ya utilizó en su flota de autos Lexus, que recorrieron más
de un millón de kilómetros de forma autónoma y bajo la supervisión de un humano
al volante.
En el verano de 2015, la Universidad de Michigan pusó en
funcionamiento un pueblo de utilería,
denominado MCity, en cuyas calles se pueden probar vehículos
autónomos. El lugar cuenta con una calle de más de kilómetro y medio de largo,
curvas de diferentes radios, rotondas,
semáforos, pavimentos de diferente superficie, etcétera. Por
otro lado, existen otros proyectos que complementarán la MCity. Uno de ellos es
la puesta de 9 000 vehículos interconectados en la gran superficie
de Ann Arbor,
así como otros 20 000 en carreteras al sureste del estado.5 Durante
la misma semana, en Buenos Aires (Argentina),
representantes del gobierno local probaron dos unidades del primer prototipo de
vehículo autónomo eléctrico fabricado en ese país. Se trata de un vehículo sin
volante ni pedales.14
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de hablar de
conducción autónoma es el hecho de que estamos ante una máquina, un gran
ordenador con ruedas que toma decisiones en función de directrices
incuestionables.
De este modo, en una carretera con límite de velocidad a 80 Km/h, el
coche autónomo jamás excederá ese límite a no ser que se alteren sus parámetros
de funcionamiento predefinidos. La ambigüedad no existe en la toma de
decisiones de una máquina.
Si nos ceñimos a la teoría, el coche autónomo es la figura perfecta como
sistema de transporte, donde su funcionamiento se basa en el cumplimiento de
unas leyes y directrices impuestas. No hay interpretación, ni mucho menos
violación de las normas salvo fallo. Dicho esto, la figura del coche autónomo
se entiende como el mejor avance en seguridad que se ha producido en los
últimos años, pues de su funcionamiento se extrae un control y prudencia
imposible de alcanzar por un ser humano
.
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